El dolor es la liberación de una mente atada a la realidad. Sólo a través del dolor podemos encontrar el camino a la nada, al punto cero. A olvidar todo lo que nos ata. Y volver a empezar.

lunes, 23 de mayo de 2016

Mapa sensorial de la hermosura

Eres jazz. Eres el alegre jugueteo de los acordes de una guitarra. Los profundos golpes en el corazón de las cuerdas del contrabajo. Eres la montaña rusa de notas de piano y los irreverentes exabruptos de un saxofón.
Eres el humo que escapa vago de unos labios suaves, húmedos, carnosos. La melancolía de una gota que resbala en el exterior de un vaso de whisky, la escala de grises de una elegante calle europea, bulliciosa y solitaria al mismo instante.
Eres el olor dulzón de un cálido cabaret. El tabaco, el alcohol, el sudor de una noche de desenfreno. La feromona que se desliza a mi cerebro y lo confunde, y el perfume de una femme fatale que susurra ante el micrófono.
Eres el tacto de una hierba suave y bien cuidada. El terciopelo bajo los dedos de los pétalos de una flor y el rozar a cuerpo desnudo de unas sábanas recién cambiadas. Eres encaje, lencería fina bajo las yemas.
Eres un pastel de chocolate sin fin, unas fresas con nata y la hora de la merienda ad infinitum. El jugueteo en el paladar entre el azúcar y la pimienta. El calor de las especias y la frescura de un helado frente al mar (dos, mejor: yo invito).
Eres la sinestesia del olvido y la bendición. Cinco sentidos que poco son para admirarte.

4 comentarios:

  1. Demasiado romántico de los de ahora (el elemento jazzístico, el tango sudamericano, cosmopolitismo y una pizca de la estética negra del rayado). Pienso no obstante, que es una fórmula que está bien ajustada a su tiempo, pero igualmente anoto que el romance hace años que se ha muerto como afrodisíaco y que es como extraño el ponerse en el lugar; creo que esto ya no tiene valor funcional, y es lo que me inquieta precisamente, que no sea al revés: ¡a los magus nos gusta la pose y la sutileza! - pero que conste que dentro del género es una pasada -

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    1. A pesar de la tardanza de mi respuesta, no niego la crítica al "género" en sí. El romanticismo está plagado de tópicos que a veces conviene esquivar y otras conviene abrazar. Todo depende de lo mucho o poco que encajen en el texto. En este caso, a mí me fascinan genuinamente el jazz, el tango, el whisky y los elementos cosmopolitas como hilo conductor, así como la remezcla con elementos más rústicos (hierba, flores, cosas más sencillas e inocentes como el pastel de chocolate y la hora de la merienda).
      En definitiva, no es incorrecto lo que ves en el texto, desde luego... yo también lo veo y acepto tu crítica. Sin embargo, a mí me gusta cómo ha quedado y supongo que ante mi propio gusto poco puedo hacer.

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    2. PD: Yo, sin embargo, soy de la opinión de que la funcionalidad en literatura es un veneno del que hay que huir. Si quitas el exceso, la hipérbole, el detallismo "innecesario" y la metáfora embellecedora por el puro placer de embellecer, creo que nos quedaríamos con un ensayo. O con un texto filosófico. Las florituras son tan necesarias para el envoltorio de la literatura como las palabras en sí mismas para sus cimientos.

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  2. no funcional porque es meramente estético. Ya no sirve para follar ese rol. PD: sabes que odio lo no funcional...

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