El dolor es la liberación de una mente atada a la realidad. Sólo a través del dolor podemos encontrar el camino a la nada, al punto cero. A olvidar todo lo que nos ata. Y volver a empezar.

jueves, 4 de abril de 2019

Pánico, sangre. Ahorca al disc jockey


Todos temían decir lo que era más que obvio: que no valía para esto. No era capaz de tomarse nada en serio, y todo aquello que crecía y florecía en su imaginación pugnaba por salir, empujando las paredes de su cráneo. Cuando le dijeron que aquella no sería su última pareja, cuando le dijeron que aquel no sería su último perro, ni aquellos sus últimos amigos; no se sorprendió. En realidad ya nada le sorprendía, porque desde hacía años todo le parecía una especie de broma cósmica. Enamorado como estaba del absurdo y sus implicaciones, de lo que significa un universo al que no le importaban sus tribulaciones; decidió dejarse llevar por todo lo carente de significado. Flotar y viajar a la deriva, en un mar de almas en pena e intelectos atormentados. Todo era risas, todo era un cruento sentido del humor y un chiste que no parecía tener fin. Así que cantó. Y cantó, y cantó.

Ahorca al DJ,
dijo.
Pánico en Londres,
exclamó.
Ahorca al DJ,
repitió.
Porque la música que pone a todas horas no significa nada para mí.

Y con aquellos gritos en los labios, le echaron a patadas del bar. Porque, seamos sinceros: cuando ponen cumbia, bailas y te callas.