El dolor es la liberación de una mente atada a la realidad. Sólo a través del dolor podemos encontrar el camino a la nada, al punto cero. A olvidar todo lo que nos ata. Y volver a empezar.

miércoles, 27 de mayo de 2009

Doctor, ¿qué me pasa?

"Doctor, necesito su ayuda".
"¿Cuál es el problema?"
"Tengo siempre el mismo sueño, desde hace meses".
"Cuéntemelo".
"En él voy caminando descalzo. Supongo que estoy en una playa, pues oigo el mar, y siento la arena bajo mis pies. Pero aún así no podría jurarlo, pues mis ojos sólo ven una cosa.
Veo cómo ante mí sonríe una mujer. De largos cabellos oscuros, mecidos al viento. Es tan pálida que parece brillar con luz propia entre la oscuridad que la rodea. Su piel contrasta al tiempo con su pelo y con su ropa, toda negra.
Sus labios, resaltando sobre su rostro, son rojos. Los más rojos que pueda usted imaginar, doctor. Son como de un mundo totalmente distinto a su piel. Parece que estén ardiendo. Me hacen creer que siento el calor que desprenden desde donde estoy.
Sus ojos son verdes y brillantes. Los miro y me hacen sentir sumergido, bajo un peso increíblemente grande,y al mismo tiempo agradable. Parece que pudiera entrar en ellos, bucear y encontrar los más escondidos secretos de la humanidad.
Sus manos, pequeñas y delicadas, asoman para saludarme entre su ropa. Son como focos separados de su cuerpo, pero brillan con la misma intensidad de su cara.
Su cuerpo, menudo pero de medidas armoniosas y agradables, se mueve con soltura hasta aunque sólo parpadee."
"Parece un sueño agradable, ¿cuál es el problema?"
"Al rato corro hacia ella por la arena. Corro y corro sin parar, hasta que mis pies dejan sangre sobre la arena, hasta que todo mi cuerpo arde y el aire se niega a entrar en mis pulmones. Corro hasta que el sudor parece doblar mi peso.
Pero ella no se acerca. Sin moverse, se esfuma entre mis dedos y aparece unos pasos más allá. Siempre.
Yo acabo cayendo rendido sobre la arena, y es entonces cuando despierto sollozando entre sudores fríos."
"Creo que sé lo que le pasa... ¿esa mujer es similar a alguna mujer que usted haya visto o conozca?"
"La verdad es que me recuerda a una muy buena amiga mía"
"Ya sé lo que le pasa."
"¿Qué es, doctor?¿Tiene cura?"
"C'est l'amour, mon ami."

martes, 19 de mayo de 2009

Renacido.

La lluvia, implacable, resbala sobre mi piel.
Cierro mis ojos y dejo que los párpados también sientan ese placer.
Luego miro al suelo, a mis pies, donde el charco se tiñe de rojo. Busco la herida, pero no está. Busco a mi alrededor, y veo algo a mi izquiera. Un cadáver blanco y frío vierte su sangre sobre el agua del suelo.
¿Qué hace eso ahí?¿Lo he matado yo?
Vuelvo a mirar al cielo: ha dejado de llover.
Pienso y pienso. Me devano los sesos. Miro al cadáver una y otra vez.
Ese ser muerto y sin nombre me está consumiendo segundo a segundo, y las gotas de lluvia se convierten en sudor frío, del miedo irracional que siento.
Empiezo a correr, alejándome del muerto, y doblo la esquina.
Cemento y acero me asaltan en ésta jungla.
Vuelve a llover, y se limpia mi sudor.
Me siento en un portal, y dejo que las pocas gotas que aún quedan en mi pelo resbalen sobre mi cara.
He vuelto a nacer.