El dolor es la liberación de una mente atada a la realidad. Sólo a través del dolor podemos encontrar el camino a la nada, al punto cero. A olvidar todo lo que nos ata. Y volver a empezar.

domingo, 20 de mayo de 2012

Nevermind

Bajo la sombra de los árboles, sobre la hierba y las flores y, a lo lejos, el parque y la ciudad. Quizá ahora dos personas se odien, discutan o peleen en algún lugar. Pero ellos ya no. Ellos no quieren cometer errores. Se quieren, y saben que el amor es algo escaso pero, si es sincero, sencillo. O debería serlo. La paciencia se vuelve infinita cuando amas a alguien. Los errores se reprenden, sí, pero el amor no muere. Sólo se necesitan el uno al otro. -Me encanta este lugar-La voz de ella es suave, dulce. Sale de sus labios carnosos como un sususrar de miel. Un río que fluye única y exclusivamente en los oídos de su amante. Él escucha, absorto en el paisaje y en el contenido de esta carta. Y olvida sus propias palabras. Quizá también las de ella, pero nunca esa voz. Esa voz que viaja con él en el autobús de vuelta a casa para que nunca tenga que estar solo. Sí. Quizás las palabras se olviden. Quizá. A la larga, lo más probable es que eso pase. Sin embargo, un lugar y una mujer y una voz como esas no se olvidan. No. Se quedan para siempre grabadas a fuego en lo más hondo de mi alma. Y a la creación agradezco que existan tales maravillas.

viernes, 18 de mayo de 2012

Pensando en María.

María se ha ido. Y me siento solo. Hoy veo que las paredes de mi habitación están desnudas. Que la suciedad y la humedad las ennegrecen de forma desigual, y que el dolor sigue ahí, palpitando en lo más hondo de mi corazón y atenazando cada milímetro de mi alma. La luz entra por el ventanal y me ciega. Será la falta de costumbre, de tanto vivir en la penumbra. Supongo que es hora de levantarse, pero no lo sé y soy demasiado vago para asomar la cabeza fuera de mi manta y mirar el reloj. Quizá tenga cinco minutos más. O quizá ella ya lleve esperándome una hora. Nunca se sabe. De todas formas, bajo mi manta soy feliz. Sólo me falta el humo de maría.