El dolor es la liberación de una mente atada a la realidad. Sólo a través del dolor podemos encontrar el camino a la nada, al punto cero. A olvidar todo lo que nos ata. Y volver a empezar.

domingo, 10 de julio de 2016

... cómo la añoro

Del plato en calma que refleja el cielo a las embravecidas aguas que lo desafían. De olas onduladas y delicadas a rompientes que gritan en aullidos de espuma. De las caricias de una mar dócil y amante, a las embestidas de una ídem salvaje. De unas aguas que ni cuentas rinden ni deudas tendrán.
Descubrió sus pies abandonando el hollar cemento, en camino incierto de oriente a occidente, de naciente a poniente. Y descubrió de nuevo el placer de pisar la hierba blanda, de hundir la tierra negra, de respirar entre las hojas de los árboles.
Dio su sinuoso andar con sus huesos en una ladera, donde recostó las curvas de su cuerpo menudo y estiró unas piernas torneadas. Y dejó que de nuevo un sol tímido acariciara su piel, ahora de bronce, desde el parapeto de blancas nubes.
Volvió a su hogar mitológico y salvaje, indómito, el ser de salvaje y mitológico corazón. Y llegaron tarde, pero llegaron, relucientes botellas cargadas con cartas de amor de sus queridos náufragos. Llegaron a yacer sobre la arena y a brillar para los ojos de la ninfa.
"¿Sabe la ninfa, por lo tanto, que Asturias, y más que ella, yo, sonreímos ante la oportunidad de rodearla con nuestros brazos?"

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