En horas de saliva perdidas, mareas de sangre rota.
En tiempos de soledad pedida, y noches de pena roja.
En cuadros de trazo fino, tristeza de quien quiso más
encuentra penas de gris atino, y olas de negro mar.
Pide entre dientes poder amar, de largo grito y penoso aullar.
Pide en entrañas al gruñir sin parar, en triste caída de loco de atar.
Solo y perdido en sangres ajenas, apuñalado de dagas de largas piernas.
Reniega de querer mas no de creer, que amor en esquinas podrá aparecer.
Llora y roba gemidos al placer, pierde y juega apostando al beber.
Y supura sangre blanca al amanecer.
Y se lo debe todo al no saber hacer.
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