Yo Soy Liberal. Trending Topic en España.
Es bastante creciente para mí la sensación de que lo que se considera bueno a nivel político y económico funciona por modas. El liberalismo económico era una especie de espía en las sombras del que nadie había oído hablar. Hasta que, de un tiempo a esta parte, supongo que propiciado por la crisis económica mundial, alguien tiró de la manta.
Y qué cosas se encontraron allí debajo, amigos. Argumentos a favor del liberalismo que se basan en la compasión, la empatía y el deseo altruista y de buen hacer inherentes al ser humano. Perdón, ¿inherentes? Quería decir inexistentes. Seamos sinceros: hay buenas personas. Hay seres humanos altruistas... pero, pensándolo bien, ¿es creíble que en un Estado sin impuestos, sin obligación de proyecto común, vayamos a buscar ayudar a quien lo necesite por nuestra hermosa alma?
Otros argumentos pasan por el hecho de que, al parecer, si en un Estado liberal no estás contento con tu trabajo, buscas otro. Es un punto interesante, que quizá hasta tendría lógica... de no vivir en una economía globalizada, donde pagar un sueldo digno en un país del primer mundo sin regulación estatal para el empleo es tan de esperar como que Snoopy deje de soñar que es el Barón Rojo. Si nos ponemos en la situación de quien maneja dinero y empleos, ¿habrá mucha gente que decida dar un empleo digno y con un sueldo decente a un trabajador, pudiendo gastar menos en la mano de obra? Al fin y al cabo, siempre habrá gente para cobrar. El escenario que yo veo más plausible, a nivel de empleo, es que el cincuenta por ciento de la población acabe fabricando los productos que use el otro cincuenta por ciento. O quizá el porcentaje esté en un ochenta-veinte, eso ya no lo sé.
Ha habido muchas obras de ficción sobre el liberalismo. Utopías aparantes, distopías o simples comentarios, siendo el más recente y el primero que viene a la cabeza el videojuego Bioshock. Y, en ese juego, el argumento de fondo me hace preguntarme: en un entorno liberal, en el que cada trabajador tenga derecho al sudor de su frente, cada empresario a manejar su empresa como le viene en gana... ¿quién asegura que no se desarrollen prácticas abusivas y moralmente ambiguas como el contrabandismo, esclavismo, crecimiento de los contratos basura, etc.?
El liberalismo es libertad. Sí, lo es. Pero, honestamente, y aún llevándole la contraria a Ben Franklin, hay una vocecilla en mi cabeza que me susurra que quizá no sea tan buena idea olvidar la seguridad en pro de la libertad de una especie que lleva miles de años abusando de sí misma.
Pero si lo preferís, anarquía económica para todos. Al fin y al cabo, morir nos vamos a morir igual, siendo comunistas, liberales, anarquistas o lo que nos de la gana.
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