Es la manera de exportar multas que tienen. Como tienen una posición de poder ante gente que quiere ganar más y más, están blindados. Como están blindados, las acciones desde el gobierno para mantenerlos dentro de la ley son irrisorias. Como esas acciones son irrisorias, los miembros del gobierno tienen asegurado su futuro.
Cuando estas acciones irrisorias llegan a Europa, con razón, multan al gobierno. Y el gobierno, ahora sí, nos dice "eh, lo pagamos todos que el gobierno es de todos"; solo que lo dice muy bajito, para que no te enteres de que de ese dinero extra que pagas por la comida, la ropa, por trabajar, por vivir, eso que pagas de tu casa o de tu empresa; eso que debería ir a mejorar hospitales, rebajar las tasas en la educación, mantener una policía bien cribada y entrenada para mantener la seguridad en un país cada vez más peligroso; bomberos, profesores, pensiones... ese dinero que todos pagamos porque debería ser DE TODOS se dedica a cubrir estas multas que llegan desde fuera a un gobierno que no solo no hace su trabajo, si no que al no hacerlo se garantiza un puesto de lujo en una multinacional.
Ahí es cuando llega Podemos, y dice que no queremos pagar esas multas. Que no deberíamos pagar esas multas que son a personas que no tienen nada que ver con nosotros. Y Podemos usa populismo para ganar escaños. Gente de izquierda se envalentona y empieza a llamar a ciertos movimientos y ciertas acciones "fascismo", porque es lo que son. Así que la derecha se victimiza, lloriquea y grita "es que estos comunistas hijos de la grandísima puta nos están insultando y nadie les dice nada, y salen impunes" (mientras mandan a humoristas, raperos, manifestantes y demás a la cárcel o les multan; o les parten la cara de un porrazo...). Y como eso surge, aparece gente como Alianza Nacional o Vox a hacer un revival de los fascismos originales. Los violentos, los de principios del Siglo XX. Unos son directamente una pandilla de brutos y matones, y otros dicen "eh, a Podemos le funcionó esto del populismo", y hacen exactamente lo mismo que Podemos para que la extrema derecha más rancia meta un pie en el gobierno con un programa electoral que se salta a la torera los derechos humanos.
Surge entonces una división en la población. La izquierda se asusta y empieza a gritar más y más fuerte. La derecha se victimiza aún más y los fascistas se alimentan de ello. Cada vez más gente se cree el discurso de la derecha, y desde ahí cada vez más fascistas creen que gente como Abascal merece la pena. Que realmente tienen algo que decir. Algunos incluso sacan las similitudes de su programa con el de Podemos, o incluso las promesas bondadosas que tiene para ocultar su xenofobia, su machismo y su agresividad. Entre todo este ruido, cada persona que intente argumentar o hablar calmadamente verá su voz perdida. Cada persona que intente decir las cosas como son, que intente analizar los puntos fuertes y débiles de cada ideología, que intente informar y que intente dar su opinión de forma racional; verá su voz perdida.
Dicen desde hace años que Cataluña quiere dividir España. Que el País Vasco quiere dividir España. Mientras dicen eso, con las manos escondidas, usan todos los trucos del arsenal de quien está en su poder para dividir más aún a España. Para enfrentar a la población que solo quiere vivir, y crear esclavos. Algunos dicen que todo esto es ser alarmista. Que estamos en una democracia, que eso nunca pasaría. Algunos prefieren olvidar, pensar que nunca pasó. Que el partido nazi nunca ganó unas elecciones, que Adolf Hitler nunca decidió usar una mitad de Alemania para ahogar a la otra y crear un ejército de monos sabios. Monos ciegos, mudos y sordos.
Algunos prefieren olvidar que somos el país donde el fascismo triunfó, y donde sigue triunfando.
Algunos prefieren olvidar que Francisco Franco nombró a Juan Carlos de Borbón como su heredero.
Algunos prefieren olvidar que se defiende a los golpistas desde hace casi un siglo.
Algunos creen que hay que callar.
Y con tanto silencio, al final la única respuesta tendrá forma de balas.